Novadad
Chiapas
Sem terra
Sebastiao Salgado
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Convocatoria
al
II Encuentro Americano
por la humanidad y contra el neoliberalismo
Ciudad de Belem, Brasil,
del 6 al 11 de Diciembre de 1999
"Los pueblos que no se conocen
han de darse prisa para conocerse,
como quienes van a pelear juntos"
Jose Marti, Nuestra America, 1891
"Nuestra America", la que con ternura definiera Jose Marti
frente a la descomunal fuerza de la otra America, la del Norte, se delimitaba
con toda certidumbre por sus extremos geográficos al termino del
siglo XIX. En el lenguaje martiano, "el cuerpo pinto de indigena,
negro o criollo, denodado de las republicas americanas, se extendia del
Rio Bravo al estrecho de Magallanes". Tal era el territorio de las
"naciones románticas del continente y sus dolorosas islas del
mar", definido por el insurgente cubano, y no por ello, menos universal.
A las puertas del siglo XXI, "Nuestra America", la America Trabajadora
de la rebeldia, tanbien contenida en la otra, se ha desbordado. "Nuestra
America" ya no tiene otra frontera que la de la dignidad de los hombres
y mujeres, de las que el "alma emana, igual y eterna, de los cuerpos
diversos de forma y color" (Jose Marti, Nuestra America). De todas
las venas que surcan las montanas del continente de la America calcinada
y endurecida por la opresion, de Alaska a la Patagonia, el movimiento de
solidaridad con las comunidades indigenas de Chiapas y las organizaciones
y movimientos sociales de Brasil que suscriben esta convocatoria, llaman
a todos los pueblos para reconocerse, a reconstruir su instinto libertario
y a reflexionar en comunion sobre su destino colectivo, con orden, como
aconsejaba quien murio en Dos Rios a los que van a combatir juntos. Ello
deberá tener lugar en el II ENCUENTRO AMERICANO POR LA HUMANIDAD
Y CONTRA EL NEOLIBERALISMO. Nuestra America puede tambien decir que es
aquella, la de los despojados, de los que con Garcia Lorca pueden afirmar,
ante el reclamo del barco sobre la mar y el caballo en la montana, que
"yo ya no soy yo, ni mi casa es más mi casa". Por ello
al II Encuentro sean convocados, como los vientos del Norte, nuestros hermanos
indigenas que habitan en lo que hoy se conoce como Canadá y los
Estados Unidos. No mencionamos a ninguno en particular, para no dar lugar
a que alguno pudiera sentirse no incluido, porque mandamos este mensaje
a todos. Hermanos del viento del norte sean convocados. Junto con ellos
y por sus propios caminos vendrán las representaciones de los pueblos
originales de America Central y de America del Sur. Hermanos que nos dejamos
de ver hace 100 siglos, volveremos a reunirnos antes de que concluya el
segundo milenio. La America Trabajadora, Nuestra America, es la de los
campesinos, de arado y tractor, del Norte o del Sur, pero es sobre todo
la America de los trabajadores rurales sin tierra, de aquellos que la prenan
en cada cosecha con semillas de justicia, aunque digan los bancos y fazendeiros
que no les pertenece. Hacia Belem hay también una via campesina,
que parte de todos los surcos, cargando en la mano el foiz, el machete,
la herramienta o el lazo. Desde ahora, ellos tambien convocan. Para el
II Ecuentro tambien son convocadas todas las representaciones de los pueblos
y comunidades afroamericanas. Todos los movimientos de resistencia afroamericnos,
desde Vancouver a Montevideo, deberán salir de los hoods y de sus
quilombos, para concurrir a Belem. Desde ahora, sean tambien convocados.
Del Norte deberán tambien venir las representaciones de los barrios
latinos de las ciudades de hielo. Cuando la temperatura empiece a descender
en los grandes lagos, representantes de las comunidades chicanas, salvadorenas,
guatemaltecas, nicaraguense, dominicanas, portorriquenas y brasilenas que
habitan en las entranas de la Babel de hierro y acero, concurrirán
tambien, antes del fin del milenio, a Belem. Desde ahora sean tambien convocadas.
Pero la America Trabajadora, Nuestra America, estaria incompleta sin nuestros
companeros con los que nos hermana el sudor, el hierro y la sangre. Vengan
tambien a Belem, la representancion digna de los trabajadores libres, que
concurran a la cita la representacion de los talleres de madera, piedra
o cuarzo. Los sindicatos y los movimientos de resistencia laboral que rechazan
la agenda transnacional para deprimir derechos y salarios, todos los gremios
que rechazan la agenda de los poderosos cuyo unico afán es el de
exacerbar la competencia entre los trabajadores de los distintos paises,
todas las fuerzas del mundo obrero que no aceptan la destruccion de la
capacidad reivindicativa de las organizaciones sindicales, tambien deberán
encontrar su camino hacia Belem, que no es otro que el de la solidaridad
y la fraternidad. Desde ahora, sean tambien convocados.
El despojo que sufren los pueblos no solo es de su tiempo sino tambien
de su vida. El continente americano entero sufre la mayor devastacion ambiental
de toda su historia. El convocar el II Encuentro Americano en las puertas
de la Amazonia es un simbolo de la defensa de la naturaleza por los pueblos
americanos en contra de sus depredadores: el neoliberalismo y el capital
financiero. Por ello hay un camino verde, por el mar y la montana, de todos
los ambientalistas hacia Belem. Desde ahora sean tambien convocados. El
capitalismo salvaje del fin de siglo descarga su furia con particular fuerza
en los más vulnerables, en los sin techo, en los ninos, en las mujeres,
en los homosexuales y en los ancianos. Por ello en el camino hacia Belem
los problemas de territorio, de genero y de genesis (tiempo vital, al principio
o al final, la ninez o la ancianidad) no podrán quedar de lado.
Hacia Belem van los que recobran la esperanza, recuperando desde la raiz
misma de su dolor la causa más intima de su lucha. Desde ahora,
sean tambien convocados.
De entre todos los oprimidos de Nuestra America, hay que dar un espacio
fudamental a los que portadores de la vida por su propia fuerza, la juventud
americana, que se les despoja de toda ciudadania real, pero en particular
de su poder de constructores de utopias. Para el poder los jovenes solo
tienen el derecho de ir a la cárcel o a la morgue, a ello se reduce
su portacion de identidad. A todos los que tengan un sueno colectivo que
realizar, a todos los que detestan ser depositos de la basura que brota
del marketing y la publicidad, a los que defienden la posibilidad de un
nuevo orden, libre del poder de las burocracias y abierto a la construccion
de formas horizontales de vida comunitaria, Belem no es un punto al cual
arribar, sino del cual partir. Para todos los jovenes americanos. Belem
en noviembre de 1999, no será el principio del fin, sino tan solo
la primera etapa de una larga marcha en el borde entre dos milenios. El
reto será llegar organizados, y no tan solo como una marea que se
disuelva efemera ante el eterno Amazonas. De organizacion en las escuelas,
en los barrios, en los pueblos están hechos los atajos que conducen
a Belem. Desde ahora sean tambien convocados.
Pero todo este cúmulo de problemas y razones requiere de ideas,
de las ideas de todos, pero tambien de las de sus artesanos, de los que
las pulen, de los que las tejen. No en vano, vamos a reunirnos en Belem,
bautizada por su poder popular, como ciudad de las luces, ciudad de las
ideas. En el II Encuentro Americano por la Humanidad y contra el Neoliberalismo
vamos a refrendar que trincheras de ideas valen más que trincheras
de de piedras, los caminos de Belem son por ello tambien de papel. Las
ideas, diria Marti, "como bandera son capaces de vencer a un escuadron
de acorazados, porque no hay proa que ataje una tormenta de luz".
A Belem son por ello convocados todos los que tengan un argumento, todos
los que tengan una intuicion, todos los que tengan un artilugio para derrotar
al neoliberalismo. Todo el que quiera plasmar en blanco y negro sus suenos
tambien concurrirá, por escaleras de blanca madera o por atajos
de mar azul, a Belem. Antes de que zarpen los barcos que conducirán
a los militantes por la vida hacia la puertas del Amazonas, deberán
partir sus ideas, para que puedan ser portadores dignos de ellas.
Las mesas y las discusiones deberán recuperar la diversidad del
I Encuentro Americano celebrado en Chiuapas en la primavera de 1996 y dar
continuidad al debate ahi iniciado. Las organziaciones brasileñas
convocantes asumimos la responsabilidad de integrar la comision organizadora
del II Encuentro, al mismo tiempo que llamamos a que en cada pais en America
se conformen comisiones organizadoras nacionales que permitan construir
el proyecto unitario y convergente rumbo al II Encuentro Americano por
la Humanidad y contra el Neoliberalismo, en la ciudad de Belem, Estado
de Pará, Brasil, del 7 al 14 d enoviembre de 1999.
COMITE DE SOLIDARIDAD CON LAS COMUNIDADES ZAPATISTAS EN BRASIL COMITE
DE DEFENSA DE LA REVOLUCION DE BELEM/PARÁ
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